Comenzamos la mañana con un cuentacuentos que nos encantó y nos hizo reir muchísimo.
Hacemos un dibujo de San Enrique gigante para nuestro pasillo, lo pintamos y decoramos con corazones con nuestros nombres.
Nos juntamos todos en la capilla para reordar los aspectos más importantes de su vida, para orar y para cantarle su canción.
Coloreamos nuestro propio San Enrique
Y para terminar el día...¡chocolatada!Estaba muy rica.El broche final perfecto para un día especial.
¡VIVA SAN ENRIQUE!